domingo, noviembre 02, 2008

In memoriam



¿En qué se piensa cuando te dicen que tu abuelo ha muerto?





En muchas cosas, la primera y principal: no es posible, cuando una persona parece inmortal el choque por ver su muerte es mucho mayor, y ese era el caso de Francisco Esquivias Franco, abogado de profesión, padre, abuelo y bizabuelo, un hombre que vivió como quiso, hizo lo que le apateció en el noveintaypico por ciento de su vida y que siempre tenía un gesto de cariño, de cercanía hacia todo el que lo rodeó, también piensas que no estuviste a su lado al final; te aferras a esa idea con dolor y pesar, que quizás para tí no hubiera sido lo mejor, pero sí para él; lo siguiente que la vida es injusta, tuvo que atacarle al punto más débil, en una enfermedad de hace 60 años que lo debilitó y que acabó por rematarlo al final.






Después te calmas, piensas que quizás fue lo mejor para él dado que el cáncer que tenía era un estadio 4, que la muerte fue dulce, durmiéndose, sumiéndose tranquilamente en el largo sueño, pero comtieno un error todo el consuelo que hayas en esa idea se va, os recomiendo a todos que nunca despidaís a alguien que ha fallecido ni en la cama de una UCI, ni en el crematorio... verlo como parece dormido, con el gesto cambiado, con los hematomas que le dejaron los tratamientos en la cara... todo se desmorona y todo lo que contienes se desborda como una riada.






Un funeral malísimo, yo no lo entendí, ni lo entiendo, sirve más para nosotros que para él, que renegó de la Iglesia y con quien hablé del agnosticismo, hablaron de ideas que él no tenía y de un pensamiento que el no compartió, pues las veces que de religión hablé con él (incluso cercano a la operación) fueron que si un Dios existe porque ha dejado de manifestarse como antiguamente. Él creía en una fuerza y en el valor de la persona, con ideas a veces radicales pero siempre mirando a la persona. En la bondad y sobre todo en la honestidad (aunque él no siempre lo fue); creía en el cariño y recompensaba con creces el cariño que se le dio...










Pero la vida sigue, han sido muchas horas recordando como era, lo que ya nunca será, las cosas que él deseaba, los viajes que planificó, las comidas que ya no celebrareís, no volver a ver la Umbría porque lo único que te unía a ella ha desaparecido... el mundo sigue girando, pero una parte valiosa de él se ha ido.





Para mi abuelo, por como fue, por todas esas jornadas en la Umbría, por todas las comidas con chanpán, por, aun siendo un abuelo en la distancia, ser abuelo, por el viaje a México... por ser una de las personas más cariñosas que he conocido, que de saber que el 1 de noviembre de 2008 iba a ser la última vez que lo viera muchas más veces hubiera ido al campo, por una mente brillante en los negocios y en su profesión.











Por todo lo que me diste,en experiencias, momentos..., espero que estés donde estés puedas ver este pequeño post que te dedica uno de tus nietos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un abrazo, primo.

Luz dijo...

Rafa, yo tb se lo q es ese dolor, y creeme, tu abuelo esta ahora mas q nunca a tu lado... un besazo y animo!

Anónimo dijo...

Sé que es difícil dejar marchar a las personas que queremos,tejeríamos lazos invisibles para evitar que se fueran.
Pero nos dejan un legado inconmensurable,que perdurará por siempre.Heredamos sus recuerdos,su memoria, sus gestos, la semilla imperecedera que es su ADN. Tú eres su mejor herencia.
Vivimos mientras que alguien nos recuerde,somos porque alguien quiere que seamos.
LLévalo siempre contigo.Nunca lo olvides.Y ¿quien lo sabe? a lo mejor algún dia os reencontreis en una Rivera Maya eterna.
Te quiero.