sábado, agosto 18, 2007

Manteniendo Brasas

Manteniendo brasas

Hacía tiempo ya que habitaba en aquella cueva, el invierno me había sorprendido cuando aun no tenía experiencia, yo que sabio me creía vi que no era sino un necio más. Pero la cueva me acogió, mas bien el espíritu de la cueva. Me permitió encender una hoguera y habitarla mientras pasaba el invierno.

Pasaron los meses y el fuego yo mantenía pues aunque la estación invernal ya había pasado fuera la nieve seguía cayendo, eso lo sabía. Había momentos que parecía que el tiempo se calmaba algunos días, pero por la experiencia de la vez anterior sabía que sólo era un amago de la naturaleza por mandar calor a la Tierra. De todas formas la caverna era confrtable y el espíritu amigable, no había razón para salir, allí se estaba bien...

Luego la cosa cambió, fue por la llegada de lo que habría ser el estio cuando, a pesar de que nada había variado en mi comportamiento, ya no se me permitió recoger hojas para hacer un lecho, no se me permitió bloquear la entrada para que la nieve no pasara y al calor de las brasas formara riachuelillos y, sí amigos habeís oido bien, eran brasas lo que había ya que no pude mantener la hoguera.

Sin embargo, a pesar de que el espiritu haya cambiado, espero que sólo sea la estación, que solo sea una inflexión, aunque con cada recorte más lo dudo... pero ¡Mantendremos la esperanza! ¡La cueva no abandonaré pues decidí hacer de ella mi hogar!¡La nieve y el hielo enfriarán mi cuerpo pero no mi espíritu!...

Simplemente esperaremos que llegue la siguiente estación y pensaremos que irá a mejor, y si no, aguantaremos otra estación más.