miércoles, febrero 20, 2008

Matando monstruos (II)

El frio de los grilletes en mis muñecas, la gota de sangre que descendía por mi mandíbula... todas esas sensaciones parecían estar amplificadas por mil en la oscuridad de la celda, privado de la vista sentía más las cosas, especialmente el dolor que recorría su cuerpo. Ya no sabía cuanto tiempo había durado la tortura, ni si quiera sabía cuanto llevaba en esa mazmorra, medía el paso temporal por las "visitas" que le hacía su carcelero. Una de cada cinco era para darle agua y para meterle en la boca algo que en algún momento había sido comida, pero ni todo el hambre del mundo podía hacer que tuviera ganas de escupirla; otras tres era para sacarle información, al parecer ya no sólo existían los monstruos que Mist había conocido en el pasado, en su antiguo hogar habían instalado una colonia entera, los jefes no estaban dispuestos a creerse que se tratara de una compañía en busca de venganza y pensaban que eran la avanzadilla de un ejército, la quinta de las visitas era para golpearle por diversión...

Su cabeza no paraba de dar vueltas, cuando le dejaban, sobre qué hacer para salir de allí, más de una vez estuvo tentado a mentir para que la tortura acabara tal y como le prometían, pero su testarudez no se lo permitía. Del resto de su grupo no sabía mucho más, según el carcelero Menlight había muerto debido a sus heridas, de Moon le dijo que le había traicionado, de Snorri que se había vendido sin tortura... Mist ya no sabía si era cierto o si se trataba de una táctica para minarle la moral.

Pasaron dos ciclos más, con toda su parafernalia, Mist estaba derrotado. El cansancio, el hambre y el dolor empezaban a hacer mella en su voluntad, así como las incesantes anécdotas que le contaba de sus amigos. La idea de rendirse, de dejar de luchar, se cernió sobre su mente, todo lo daba por perdido cuando de lo que era el exterior de su celda le llegó una canción infantil.

"No le sigas la corriente
No juegues con él,
Pequeño embaucador
Serpiente infiel
No escuches sus palabras
no le dejes entrar a tu mente
pues el pequeño Lyed Gossip
hara que no creas en la gente"

La luz se hizo sobre su mente: "Lyed Gossip... el monstruo de la mentira- pensó - de los cuchicheos... de la cizaña... el monstruo que... estaba delante de él."

Al igual que su mente la celda se iluminó, no existían grilletes, no existía tortura, en realidad no existía celda, lo habían tenido confinado en su mente. Delante de él vio a Lyed Gossip, un pequeño diablillo con cara ratonil y escamas de serpiente. En la misma sala vio al resto de su grupo, todos parecían dormir y se revolvían como si tuvieran pesadillas.

- !Tú¡- gritó levantándose - ¡Maldito bastardo!

Buscó con la mzno su arma pero no encontró ninguna de ellas, el demonio soltó una risita siseante, al reirse dejó ver una lengua bífida.

- Te hassss liberado humano... pero no ssseguirásss vivo mucho másss... te pressento a mi nueva amiga, aunque creo que ya oss conocéisss.

Al decir esto Menlight se levantó, ella sí tenía su espada a mano y la enarboló en dirección a Mist. Él gritó para sacarla del trance, pero sus intentos eran inútiles así que pasó a esquivarla por la sala, el cuerpo lo tenía entumecido por la inactividad y las heridas a medio curar, pero aun así lograba moverse con cierta soltura.

Estocada por arriba, agáchate le gritaba su mente, por la derecha, salto, en diagonal, recula... era como un baile de salón y sólo sus reflejos le salvaban.

- No podrássss sssalvarte humano...

- ¡Eh, tio feo! - gritó una voz desde uno de los laterales - Apuesta otra vez.

Eran Ardatrian, Crow y Pott; tres amigos que Mist no esperaba ver en ese momento, Ardatrian y Pott eran sendos hechiceros y Crow un arquero temible. Éste último no se lo pensó dos veces y atravesó a Men con dos flechas en la espalda, desde su posición Mist vio aparecer las puntas por el pecho, subió la mirada a sus ojos y en ellos no había nada del calor de la amistad que siempre habían estado allí, una tercera flecha en el cuello acabó con su vida

Gossip no se había quedado quieto, con un grito había alertado a cinco lugartenientes que esperaban en una sala adyacente y estos se unieron a la lucha con los recien llegados. Ardatrian invocó las palabras de poder y unas bolas de fuego salieron disparadas a uno de ellos, Pott por su parte optó por los rayos y frió a otros mientras Crow desenvainaba para encararse con un tercero. Mist le quitó la espada al cadáver de Men y cargó contra el primero que vio, éste paró su carga y contratacó, la danza volvió a iniciarse pero esta vez la música era diferente, la del acero contra el acero. El guardia, un humanoide de piel grisácea, ojos lechosos y con pelo y barba blancas, se defendía con soltura y devolvía los ataques rápidamente, en más de una ocasión sólo el instinto salvó a Mist de que la espada rival cortara su cuello, tras unas estocadas más consiguió romper la defensa de su contrario y hundir la espada en el costado, el humanoide cayó muerto en el acto.

En el otro lado las cosas no iban mal, Pott usaba su poder para paralizar el corazón del último humanoide, Crow derrotaba al suyo cortándole la cabeza, a pesar de tener un feo corte en la frente, y Ardatrian disputaba un duelo mágico contra Gossip, la energía se cruzaba entre ellos de formas diversas, algunas de ellas materiales y otras no, pero Gossip no era un gran hechicero, su psique era poderosa pero en cuestión de batalla flaqueaba... no era rival para Ardatrian, éste condensó todo el poder posible y trasmutó la piedra del suelo que se levantó en forma de gólem, el cacho más grande de Gossip resultó ser unas poquitas escamas unidas.

- A buenas horas... - dijo Mist mirándolos.
- En el momento justo, amigo mio - dijo Pott.

Mist se quedó un momento callado, mirándolos, después sonrió y dijo: "Me alegro de veros, venga despertemos a esta gente que aun queda escoria por matar".

CONTINÚA.
P.S: Me ha salido un poco larga pero no me gustaba cortarla a la mitad. Lo personajes son claros pero aun así aclaro:
Lyed Gossip --> Son los rumores y las mentiras.
Ardatrian --> El mágnifico Manu
Pott --> El gran Rubén
Crow --> El colosal Alvaro.
Espero que os haya gustado

martes, febrero 12, 2008

Y porque algunos no somos vascos...

La verdad que ser andaluz es algo preocupantemente alarmante en este país, en verdad es serlo de culaquier comunidad autónoma que no posea un partido bisagra o partido nacionalista en ella. En nuestro sistema electoral ser nacionalista es genial: obtienes un mínimo de votos (en Comunidades Autónomas que con menos votantes consiguen más representación que otras), adquieren algunos escaños y ya tienen a todos los partidos bajándose los pantalones para obtener su apoyo, acaban"gobernando" por apoyar.

Y no es sólo eso, por ser nacionalista (o republicano) y aunque tu apoyo sean cuatro gatos, tendrás a todos los "Mass media" del país detrás de tus actos y/o protestas. Es más; aunque te ilegalicen seguirás teniendo una cúpula que se reúne y un portavoz ¡Con acceso a los medios! (afortunadamente esto está cambiando últimamente). El mejor ejemplo es la "Ilegalizada Batasuna", el partido vasco que más aparece en los medios, que nadie se confunda porque no es un partido ilegalizado, sería ilógico ¿no?

Y yo digo: ¡Estoy harto! Harto de ser una español de segunda, harto de que cualquier acto que hagan estas personas (por estúpido que sea) tenga más valor que lo que suceda en mi Comunidad entera. Harto de tener que buscar la información de mi tierra en periódicos digitales y demás, harto de que las elecciones de mi comunidad sean mera anécdota frente al despliegue que se hacen paras las catalanas o las vascas. Lo más triste de todo... es que con estas elecciones nada va a cambiar, sea cual sea el partido más votado (salvando si obtiene la mayoría absoluta) pactará con estos partidos para así poder gobernar... y así todo vuelve a empezar otra vez.