lunes, enero 19, 2009

La Compañía: Ardatrian

Llevaban días de descenso por los túneles, Koros los había guiado con la ayuda de Guillo y de Snorri que hacían de exploradores; pero el deslizamiento de la montaña había cambiado la red subterránea y la había hecho imprevisible, se encontraban con caminos ciegos, aperturas a la oscuridad y pozos sin fondo. Ahora descansaban en uno de esos pasillo tapiados que había formado una oquedad similar a una cueva, habían formado guardias y a él le había tocado la primera. Arda miraba el fuego mientras dejaba su mente evadirse en los recuerdos.


- No deberías hacer eso - Guillo le había cortado la línea de pensamientos - tienes más posibilidades de quedarte dormido y si algo viniera de la oscuridad tardarías más en verlo.
- Maese Guillaume...
- Guillo, no te andes con formalismos conmigo.
- Sea pues, Guillo, tengo puestas unas sondas en el camino que lleva a esta gruta, en caso de que algún ser, vivo o no, cruzara por ellas llegaría un aviso a mi mente.
- Ahms, muy inteligente...
- Gracias
- ¿En qué pensabas? - preguntó el guerrero - si puedo preguntar.
- Pensaba en mis años en la Academia y de como fui uno de los miembros más jóvenes del Consejo.
- ¿Hace cuanto de eso?
- ¿Cuánto me echas?
- Mmm... treintay... - Ardatrian empezó a reir en voz baja - ¿Más?
- Mucho más.
- Cincuentay...
- Más
- ¿Cien?
- Casi, el pasado Ajly cumplí noventa años.
- Pero no aparentas más de treinta, eres un humano... - Guillo parecía confuso.
- Sí que lo soy... - dijo Ardatrian mientras miraba el fuego, ese día de hacía sesenta años apareció en su mente como si hubiera sido el anterior.

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La Academia de Mont-quint, una ciudad comercial y poderosa, capital de reino y sede de la Corte, la Academia además daba el toque exótico que hacía de su bazar la mayor zona de compra venta de objetos hechizados del mundo, desde las varitas de prestidigitador hechas por los novatos de la Academia hasta grandes orbes de adivinación hechizadas por los grandes maestros. Entrar en esta escuela de hechiceria era el mayor honor para alguien que tenía el "Don", a aquellos que demostraban aptitudes especiales se les mostraba un conocimiento que rayaba lo divino. Ardatrian había sido el púpilo más joven de Malkiam, el líder de la torre, a sus catorce años lo había adoptado como alumno, siendo sus otros dos compañeros maestros especializados en campos de la magia de más de cincuenta años.

- Hoy hablaremos de la visión del tejido de la realidad, alcanzar la abstracción suficiente como para ver dichos hilos son los que marcan la diferencia entre un mero Maestro Hechicero de una leyenda de la Magia. - los alumnos se sonrieron, sabían que sólo Malkiam había logrado tal hazaña - Como sabeís la realidad es un tapiz, con sus hilos que son el normal curso de los acontecimientos, al realizar magia modificais temporalmente el tapiz.

Las clases siguieron su curso, evidentemente ninguno consiguió abstraerse para ver el tapiz, al final de la clase Malkiam pidió a Ardatrian que se quedara en el aula.

- Te van a proponer formar parte del consejo de la Academia.
- Es un gran honor maestro...
- No he sido yo el que lo ha propuesto, es más, me niego a tal acción.


- Puedo preguntar el por qué.
- Porque eres demasiado joven, darte esto es como darle demasiada comido a alguien famélico, tu ego puede ser tu mayor enemigo, el orgullo puede vencer a tu razocinio y puede hacerte cuestionar las normas que otros, más sabios y juiciosos que tú, instauraron en su día. Retirate, la noticia será comunicada oficialmente en la cena.
- De acuerdo, maestro - Ardatrian ardía en rabia, no entendía porque el vejestorio no lo veía capaz, él lo había hecho su discípulo frente a gente con más experiencia, pero que poseían menos poder que él.

Pasaron algunos meses desde esta escena y las cosas cambiaron, Arda pareció envejecer años enteros en pocos meses, el puesto que había quedado vacante en el Consejo, y por el cual él había entrado, era el encargado de las relaciones económicas con la ciudad, un puesto tedioso y que lo mantenía siempre ocupado, tenía reuniones con los que suministraban los propios objetos que no convocaban en la propia Academia; estas ocupaciones lo habían "eximido" de sus clases con Malkiam, esto lo había molestado de sobremanera, pues era una forma que el viejo tenía para castigarlo de forma velada. Aquel día en concreto fue uno de los que cambió la vida del joven hechicero para siempre, aquel día conoció a dos personas: Por un lado a Dedun, un iblano negro como el ébano que venía a ofrecerle maravillas de su país; por el otro al abuelo de Pott, un mago de talento pero sin suerte que venía a pedir asilo en la Academia, el mago se llamaba Eblanu; decidió recibir primero al mago pues pretendía despacharlo rápido para centrarse en el mercarder.



- Bueno maese... - dijo Ardatrian con las fórmulas de cortesía que le habían enseñado para desempeñar su cargo.
- Eblanu, Eblanu Plars, para servirle.

- Maese Plars, solicita usted cobijo en la Academia ¿bajo que supuesto?.

- Me encuentro en apuros económicos mi señor, el señor feudal al que servía me ha...

- Lord... ¿Souldark?, según leo en su solicitud.

- El mismo.

- Son muchos días de viaje desde donde gobierna dicho señor ¿por qué nuestra Academia?

- No tenía donde más ir, además mi hijo, creo que tiene el Don.

Eso lo cambiaba todo, no podía expulsar al hombre con un posible pupilo en ciernes, le dijo que hasta que se le hicieran las pruebas a su hijo se alojarían en una de las casas de invitados que la Academia poseía en la ciudad, firmó el permiso y dio paso al comerciante. Éste era alto, fibroso y negro como la noche, un único mechón de pelo le caía en forma de trenza por la espalda, su mirada parecía clavar las cosas allá donde la pusiera, Ardatrian experimentó inseguridad por primera vez en mucho tiempo.


- Disculpe el retraso maese...

- Dedun, Dedun Etch Zchalek.


- Maese Etch Zchalek, tome asiento por favor, en breve nos serviran un refriguerio - esperó a que los sirvientes sirvieran los vinos y algo de comer y se volvió a su interlocutor cuando este lo hubo probado - ¿es de su agrado?
- En mi tierra son más suaves, los mezclamos con miel, pero es bastante sabroso.
- Me alegra saberlo, según me han comunicado dice ser poseedor de objetos de interés de la Academia ¿puedo saber cuáles?
- Alguna vara del desierto, pergaminos de nuestras tierras, lámparas de contención, ya sabe de las que albergaban a los míticos Djinn- Ardatrian empezó a perder interés, todo aquello lo podían adquirir en el bazar de la ciudad y a mejor precio seguramente- ah, y una de las reliquias del dios Sokar, aunque esta no figura en mis portes porque, como sabrá, su culto está prohibido en diversos países.
-¿De qué reliquia estamos hablando? - preguntó Ardatrian, se había inclinado adelante y su interés era patente.
- Se dice que para arrasar la tierra Sokar pretendía traer a un ejército de demonios, para ello comenzó a convocar sus nombres y a traerlos de los infiernos, pero todo el poder que concentró pareció volverse en su contra, los demonios comenzanron a caer a los abismos, se dice que arrastraron a Sokar pero que éste antes de caer dejó los nombres de los demonios escritos para que su obra fuera terminada.
- Un Grimorio.
- Exactamente, recoge básicamente la esencia de la magia del Caos.
- ¿Puedo observarlo?
- Evidentemente - hizo un gesto y uno de sus esclavo avanzó con un cofre. - Todo suyo, aunque le pediría que no lo leyera detenidamente, sino obtendrá su poder y para usted dejará de tener sentido - dijo riendo.

Ardatrian ya no escuchaba, preparó su vista para detectar magia, efectivamente todo el cofre despedía una magia, magia de luz para contener algo que, incluso con tan poderosos cojuros daba pavor, abrió las pestañas del cofre y la oscuridad lo cegó durante un instante, estaba claro que el libro era el Grimorio de Sokar.

- ¿Cuánto? - dijo Ardatrian sin tapujos, la visión de tal poder lo había dejado exatasiado.
- El precio no es material, necesito un conjuro, para lo cual necesito materiales que no están dentro de mis posibilidades, por desgracia para mí ningún hechicero de esta torre salvo uno podría lanzar el conjuro.
- ¿Malkiam? - no había considerado contar con el viejo, el no querría el Grimorio dentro de la Academia.
- Exactamente.
- ¿Cuál es el cojuro y cual el componente?
- Capítulo 3, página 124; no le diré más maese Ardatrian.

Se hicieron las fórmulas de despedida y Ardatrian corrió a buscar a su maestro nada más partir Dedun; éste había confiado el Grimorio a la Academia como custodia. Ardatrian encontró a su maestro en su torre enfrascado en un antiguo tomo.

- Maestro...
- La respuesta es no.
- Pero si no me ha dejado decirlo lo que vengo a...
- El Grimorio de Sokar es un manual demasiado peligroso, no todos los demonios que se convocan admiten de buen grado las órdenes de su dueño y hay que tratar con ellos,además el trato que pide por el libro es desproporcionado e inmoral.
- ¿Cuál? Sólo reseñó un capítulo del libro no...
- Aun eres joven Ardatrian, mi decisión está tomada, punto final.

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Una voz le sacó de su línea de pensamiento, Guillo se había preocupado al verlo tan serio y callado tanto tiempo, todo aquello le había recordado algo, algo que hacía que todo tuviera sentido, todo lo que allí pasaba, tendría que hablar con Koros al día siguiente.


CONTINÚA


P.S: Bueno, ha habido un pequeño parón, pero ya conseguí sacar adelante esta historia; evidentemente la historia de Arda está interrumpida pero incluir lo que será la segunda parte de este personaje iba a hacer el post largo y poco práctico. Espero que hayaís tenido unas buenas fiestas y todo eso, yo por mi parte paso a mi infierno de los exámenes de Febrero (un preludio de los de Junio). Por otro lado perdonad que no volviera al estilo de letra normal, pero el blog no me deja, al parecer cuanto más largos son los posts más fallos acumula.

Personajes nuevos en este tramo:

- Malkiam: Es un personaje recurrente en mis historias y no guarda relación con la realidad, siempre lo he representado como el maestro cauto frente al alumno impulsivo, no sabría muy bien que representa en mí. En esta historia líder de la Academia de Mont-quint (un pequeño guiño a mis amigos que viven al lado de la universidad) y uno de los grandes hechiceros de la Historia, de momento solo ha aparecido en recuerdos.

- Dedun Etch Zchalek --> Comerciante poseedor del Grimorio de Sokar. En la realidad proviene de la mitología Nubia, se trata del dios de los comercios y la prosperidad, aunque en la historia tiene un lado más oscuro.

- Sokar --> Dios egipcio de la oscuridad, la decadencia en la Tierra y del Mundo Inferior, como podeís ver he intentado adaptar casi al dedo a esta deidad, la relación con Nubia es histórica pero digamos que los territorios egipcios y nubios (de donde viene la cultura Kush) compartieron mucho.

- Eblanu Pars - Abuelo de Pott. --> Sin Alter Ego

- Lord Souldark --> Abuelo de Mist --> Sin Alter Ego

1 comentario:

Manuel D dijo...

Me ha encantado! a ver cuando se vuelve loco mi personaje y crea una voragine de caos total por la cual se escapa la esencia del mundo...

O que simplemente pase lo que siempre pasa con mis personajes, que sean unos magos demasiado munchkins como para que la gente prefiera no tenerlos en el party jajaja