miércoles, junio 24, 2009

El calor del Sol

Como cada año allí estaban los trece jefes de las trece grandes tribus, los elegidos por sus pueblos para subir a la montaña y pasar allí la noche, era una tradición que se remontaba al principio de los tiempos y sin la cual la humanidad se habría visto abocada a la más absoluta oscuridad.

Escalaron la gran montaña y allí vieron al anciano que los esperaba, como cada año seguía allí inmutable, perenne; como si formara parte de la misma montaña. Subirla era costoso y por eso las tribus mandaban a sus líderes, los hombres más fuertes y capaces, guerrero de batallas y de combates internos para ser lo que eran.

- Theorin del Norte, jefe de la tribu de Asgard; Kalev del Sur, amo y señor de los eskmitas.


Ambos dos se saludaron con un gesto, tribus enemigas mucho tiempo, ellos mismos habían cruzado armas en más de una ocasión, pero esa noche los asuntos privados quedaban al pie de la montaña.


- Zeleam, Señor de los Caballos ¿has tenido problemas para llegar aquí este año?
- Ya me sé el maldito camino de memoria, anciano; soy el más viejo de los que estaremos presentes.
- Y Klatos, del Oeste será el más joven, bienvenido muchacho.
- ¿Klatos? Que ha pasado con Kremish - preguntó Theorin extrañado.
- Ya no es el líder- contestó escuetamente Klatos - ahora a los Teoman los dirijo yo.

Así uno por uno fueron llegando todos los señores del mundo conocido, llegaron a la cima de la montaña de noche dejando abajo a sus guardias, dejando sus armas, sus sortijas y demás abalorios, tendrían que pasar la prueba ellos, no sus posesiones, cuando todos estuvieron sentados el viejo se levantó.

- Hoy, es la noche, la noche en la cual el rey de todo y de todos necesita de vuestra fuerza. Si alguno de vosotros no es de verdad digno del cargo que ostenta no superará esta prueba y el año será nefasto para su tribu dado que no le dará fuerzas para realizar su viaje eterno. ¿Estaís listos? - preguntó mirando a los líderes - ¡ TE CONVOCAMOS, OH ASTRO REY, VEN A NOSOTROS!


Y el Sol apareció en la cima, hombre de una edad indefinida, todo él despedía tal luz que dentro de la cima parecía ser de día y, los guardias del pie de la montaña, veían un halo de luz en mitad de la noche. No era alto, ni bajo; ni delgado, ni fornido; ni fuerte, ni debil... sólo había tres rasgos que lo hubieran diferenciado de cualquier humano común: Sus ojos, blancos como la luz; el brillo que le envolvía y el pelo rojo como el fuego; marca de bendición entre todos ellos dado que significaba estar besado por el Sol.


- Como cada año ha llegado el día en el que bajo a este santuario a decidir si el mundo merece mi bendición un año más, si vosotros, que representaís a la humanidad, no teneís un espíritu fuerte, las desgracias se sucederán, pasad la prueba de mi calor.



Una hoguera delante de cada uno, una prueba de valor y pureza; espíritus limpios y bravos pasarían sin dañarse, los débiles se consumirían.


Los líderes avanzaron y saltaron la hoguera uno por uno, al hacerlo ellos brillaron como el Sol, demostraron la nobleza de su sangre y de las de su gente, Klatos ardió como una tea y apagó el fuego arrastrándose por el suelo.

- No eres puro, Klatos de los Teoman, tu pueblo sufrirá por ello. Vuestra fuerza - dijo mirando al resto - ahora habita en mí también, seré benigno y daré a la humanidad un año más, lucharé contra las sombras hasta el próximo estío. Mi viaje comienza ahora...

Partió: era el solsticio de verano y el año comenzaba para la humanidad, una bocanada de aire para el mundo, el anciano hizo sonar un cuerno que resonó, múltiples cuernos imitaron su sonido, la humanidad encendió tantas hogueras que pareció ser de día. Los líderes vieron como desde la cumbre del mundo como la gente imitaba la prueba que ellos acaban de realizar, como habían dado fuerzas al Sol.

Sin embargo Klatos (que había asesinado a su padre) falló, demostró que la humanidad estaba condenada por su propia ambición, puede que llegue el día que los todos los líderes se abrasen al saltar por la hoguera, pero hoy es San Juan y una noche más el Sol recibirá nuestra fuerza y nos purificará.


FIN




P.S: Buaaaa llevaba mil sin escribir así, obviamente inspirado en las fechas que tamos, debería haber salido la noche de San Juan pero no tuve tiempo. Un abrazo y espero que la disfruteís.

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