Akisama

En una tierra al norte, entre las montañas, habitaba un pequeño señor en una torre, su nombre se ha perdido en las brumas del tiempo al igual que el nombre de la tierra, pero entre las leyendas quedó el nombre de una visitante que un día llegó a la torre, su nombre era Akisama.

Resultaba ser que el noble señor tenía ciertas dudas con respecto a la forma de tratar con los campesinos y, estando aún en la primavera de la vida, la nieve cubría parte de su barbas. Los problemas eran como un lastre y un peso que lo impulsaban hacía abajo. Cavilando en ellos estaba cuando los guardias le avisaron de la llegada de una extranjera:

- Señor, se presenta la hechicera Akisama, de la tierra de Gaditia.
- Ahms, una gaditiana, bienvenida noble señora, qué asuntos os traen por mis tierras.
- Vengo a ofrecer a mi señor compañía y, si él lo acepta, consejo.

Durante las siguiente semanas el señor le permitió asistir a consejos y audiencias, donde la problemática de los campesinos quedó manifiesta.

- ya no sé que hacer, nada los contenta.
- Mi señor, ¿puedo hablar? - era la primera vez que se dirigia al señor desde su llegada.
- Claro, hechicera, adelante.
- Si mi señor me lo permite puedo intentar dialogar con los campesinos, pero aquí en la torre se sentirían intimidados, déjeme bajar y tranquilizarlos.
- Eres libre de hacer lo que quieras.

Entonces ellá bajo al poblado y durante tres días con sus tres noches habló con los campesinos, estos al principio desconfiaron, pero algo en ella les hizo rápidamente sentirse agustos en su presencia, al cabo de tres días volvieron a una audiencia con el señor y se consiguió evitar el derramamiento de sangre.

- ¿Cómo lo lograsteís?
- Eso es algo que no sabreís, mi señor.

Y aunque le pidió que se quedara ella marchó, algunos dicen que subió al cielo montada en el carro del Sol porque cayó en gracia al astro, otros que vivió eternamente en los bosques donde su dulzura hizo nacer los melocotones; sin embargo, algunos pensamos que sigue por aquí, viajando de ciudad en ciudad, repartiendo su simpatía allá donde va.


FIN


P.S: Dedicado a Akisama, para que se le quiten las tonterías y vea lo buena persona que es.